miércoles, 26 de octubre de 2011

Casi 27/10/2011

21 minutos, oh, no.

Me aterra la idea. Pese a ser simplemente una cifra un poco mayor, un número en los documentos y en las páginas web, me aterra. Intentando tranquilizarme me pregunto por qué esta desmesurada actitud y aversión a que sean las 12.

¿Debería hacer un balance como se hace en año nuevo? No hay tiempo para uno detallado, sólo quedan 18 minutos. Simplemente sé que este periodo que voy a dejar atrás muy pronto ha estado lleno de gente, experiencias y emociones hasta tal punto que si intento recordarlas todas a la vez la vista se me nubla.
Espero que el año que viene siga por lo menos así. Desearía que un poco mejor.
Me gustaría encontrar, al fin, aquello que busco, pero antes me gustaría también saber qué es.

Menos de 16 minutos, allá voy. 19.

domingo, 2 de enero de 2011

Pero no, la tercera vez que nos cruzamos, nos miramos y hablamos durante horas, siglos, milenios, hasta que el sol se puso y los pájaros dejaron de cantar.


Se acabó el preguntarse por qué, me he cansado.

sábado, 18 de diciembre de 2010

No puedes imaginarte lo duro que es, pero tengo que hacerlo. Lo único que quiero es no verte.


Please, forgive me.
http://www.youtube.com/watch?v=kWWlOP1WAAU

lunes, 22 de noviembre de 2010

Estás en mi puta cabeza.

Tras haber visto tu cicatriz, estoy aquí. En realidad no sé qué decir, ni siquiera sé si debería decir algo, puede que no, puede que recordarte de esta forma sólo lo empeore todo, pero no puedo evitarlo, hoy eres más fuerte que yo.
Mi mundo se ha parado en el preciso instante en el que he visto y he comprendido muchas cosas. Creo que hasta esperaba con expectación el dolor en el pecho que me atormenta ahora, tan conocido, ¿tan añorado?
Únicamente siento con intensidad cuando me hacen daño, cuando me siento pequeña y sola, como ahora. Pero, claro está, eso a ti no puedo decírtelo. Ni siquiera a mi mitad porque pensaría que pasa algo grave y, en realidad, no es así.
Mírame, aseguro que esta situación no es importante, pero aquí estoy escribiendo por ti. Me gusta escribir porque es como si aparecieras delante de mí y sonrieras; ahora mismo puedo verte a mi lado, conmigo, tocándome el hombro como sueles hacer cuando me ves. En este momento te has sentado en la cama, a mi lado y pareces feliz, feliz mientras tu cicatriz atrae mi mirada una y otra vez, como si se tratase de un imán.
¿Por qué no soy la indicada?

No quiero admitir lo importante que eres, no quiero ser débil, no quiero mirar atrás, no quiero que la esperanza me atormente, no quiero verte. Tan solo quiero ser capaz de superar esto, superarlo y sonreír. Desde la segunda vez que te vi supe que pasaría ésto, lo supe perfectamente y aunque podía no quise evitarlo; ahora es tarde y evitarlo duele. Es duro, pero es más duro hablar contigo y saber que no podré aspirar a nada más en la vida. Ojalá las cosas fueran fáciles, fáciles y apacibles.

El cursor parpadea y yo ya he vomitado todas las palabras que podía. Mañana seré una estatua de hielo para ti, por ti.

domingo, 14 de noviembre de 2010

¡Adelante!

Huracanes más fuertes no te han roto.

jueves, 28 de octubre de 2010

Sí.

Puedo afirmar que ahora soy feliz, que no me hace falta (casi) nada más, que me siento llena, que comparto intereses con mis más cercanos, que es genial estar donde estoy, que he tenido y sigo teniendo mucha suerte, que no me arrepiento de mis decisiones, que el comienzo de esta nueva etapa está siendo perfecto, que estoy en mi sitio, que ya no soy la- -de, que soy yo y sólo yo otra vez, que no hace falta fingir, que no hace falta estar bien, que si caigo vosotros me sostendréis.

Que vais a ser muy importantes, o tal vez ya lo sois. Que ahora sí, ahora soy mayor.

domingo, 29 de agosto de 2010

J

Más de las 2 de la mañana. Bajo las estrellas.