jueves, 30 de julio de 2009

The Curious Case of Benjamin Button.

Vidas entrelazadas.
18/04/09



Una chica en París se disponía a ir de compras, pero se le olvidó el abrigo y volvió a por él. Cuando cogió el abrigo sonó el teléfono así que se detuvo a cogerlo y habló un par de minutos. Mientras la chica estaba al teléfono, Daisy ensayaba para una actuación en la Ópera de París, y mientras ensayaba, la chica, una vez hubo colgado el teléfono, salió a coger un taxi.
Un taxtista se había bajado, tras dejar al último pasajero, a tomar un café, y mientras tanto Daisy seguía ensayando; y el taxtista que se había bajado, tras dejar al último pasajero, a tomar un café, cogió a la chica que iba de compras y que había perdido el taxi anterior. El taxi tuvo que detenerse para no atropellar a un hombre que había salido hacia el trabajo cinco minutos más tarde por haber olvidado poner la alarma. Mientras ese hombre, que llegaba tarde al trabajo, cruzaba la calle, Daisy había terminado de ensayar y se daba una ducha; y mientras Daisy se duchaba, el taxi esperaba fuera de la botica a que la chica recogiera un paquete que no le habían envuelto aún porque la dependienta que tenía que envolverlo había roto con su novio la noche anterior y se había olvidado.
Una vez envuelto el paquete, la chica, ya en el taxi, vio como una camión de reparto se cruzaba en su camino; mientras tanto Daisy se arreglaba. El camión se apartó y el taxi pudo avanzar. Mientras, Daisy, la última en vestirse, esperó a una de sus amigas, a la que se le había roto un cordón. Mientras el taxi estaba parado esperando a que cambiara un semáforo, Daisy y su amiga salieron por la puerta de atrás del teatro.
Y sin tan solo una cosa hubiera ocurrido de otra forma, si ese cordón no se hubiera roto o ese camión se hubiera apartado dos segundos antes, o ese paquete hubiera estado envuelto porque la dependienta no hubiera roto con su novio, o ese hombre hubiera puesto la alarma y se hubiera levantado cinco minutos antes, o ese taxista no se hubiera parado a tomar un café, o esa chica no se hubiera dejado el abrigo y hubiera cogido el taxi anterior, Daisy y su amiga habrían cruzado la calle y el taxi habría pasado de largo.


The Curious Case of Benjamin Button.

martes, 28 de julio de 2009

Eres el oxígeno que llegó cuando no podía respirar, cuando me hundía sin remedio en una nube de dióxido de carbono y nitrógeno que me mataba, cuando me caí al mar y no tenía fuerzas para nadar, cuando atravesé la atmósfera de la felicidad y me quedé flotando en el espacio sin poder regresar.
Eres el oxígeno que llegó cuando mis pulmones lo pedían a gritos, cuando mis células morían una tras otra por no tener fuerzas ya para vivir, cuando mis ojos se apagaban y esa luz amarilla se extinguía, cuando mi boca se abría en un último intento de atrapar algo de aire.
Entonces llegaste tú.

Bueno... no, no exageremos, tú has sido todo eso, pero no eres tan importante.
Nunca habrá nadie más importante que mi estrella, lo siento.
Pero te daré las gracias una y otra vez hasta el fin de mis días por salvarme, porque gracias a ti estoy curada.

sábado, 4 de julio de 2009

EN LONDRES.

Voy a pasar 20 maravillosos días en una ciudad lejana con un chico muy especial.

¿Qué más puedo pedir?
Ah, sí. ¡Qué no llueva!