sábado, 3 de abril de 2010

Es la primera vez que me echo a llorar en medio de la calle.

Ésto nunca debería haber empezado porque iba a acabar mal. Han pasado horas y todo está mal y seguirá estando así.
La impotencia me supera, se abate frente a mí y me rodea dejándome ciega.

Nunca debí hacerme ilusiones, y lo peor de todo es que lo sabía. Sabía cómo iba a terminar ésto. MAL.
Como siempre.

Lo mejor de todo son las promesas incumplidas de la persona en la que más confiaba estos últimos meses.
No puedo más.

0 comentarios: