viernes, 16 de octubre de 2009

1


Sintió que se desmayaba como le había pasado unos días atrás,pero en el momento en el que su mente se sumía en el dulce sueño de la inconsciencia, en el momento en el que una sonrisa se perfilaba en sus labios al saber que dejaría de pensar unos minutos, cuando solo faltaba un segundo (o menos, tal vez una milésima) para descansar de verdad durante un tiempo, por mínimo que este fuese, sintió una presencia tras su espalda y unos brazos que la sostenían, y que, con su contacto la devolvieron sin piedad a la realidad.

2 comentarios:

Virginia Prieto dijo...

devolviendo la visita
voy a seguir leyendo!

te sigo
:)

beso

Ela dijo...

le querian hacer un favor!